Consiste en la repetición de un fragmento rítmico o melódico por parte
de las distintas voces que constituyen una obra polifónica. Existen varios
tipos de imitación y cada uno de ellos refleja una forma musical determinada:
canon, fuga, ricercare e imitación libre, entre otras. La repetición de un
determinado fragmento puede realizarse de dos maneras básicas. La imitación
estricta consiste en repetir el fragmento sin ningún tipo de variante, tal y
como aparece en la exposición del mismo. La forma libre se basa en recoger el
mismo fragmento pero realizando una serie de modificaciones: a distancia
interválica, aumentándolo o invirtiéndolo. Incluso se puede variar el ritmo y
el orden melódico existente dentro del fragmento siempre que éste sea
reconocible.
La imitación ha sido un recurso muy
utilizado en todas las épocas desde el siglo XII, ya en motetes y conductus, hasta nuestros días,
aunque con el transcurrir del tiempo esta fórmula ha sufrido modificaciones,
orientándose hacia la imitación libre, menos sujeta a las estrictas normas
contrapuntísticas.
El pentagrama superior
corresponde al “antecedente”, y el inferior, al “consecuente”
Ejemplos de imitación en frases rítmicas. Leer:
1. Percutiendo a dos
partes (mano derecha, mano izquierda)
2. Percutiendo en dos
grupos:
Grupo 1: el antecedente;
Grupo 2: el consecuente
3. Utilizando otros recursos sonoros.
Invención Nro. 1
J.S. Bach
Ya en el inicio mismo de esta pieza, encontramos la imitación del 'sujeto' en más de una ocasión: en el primer compás encontramos una imitación a la 8va; en el segundo, a la 5ta; en quinto, a la 2da. Además, el sujeto aparece invertido (los intervalos ascendentes transformados en descendentes) en más de un pasaje de este fragmento:
Bach era conocido como el "maestro del contrapunto" |
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