Mi hijo de 11 años audicionó en Juilliard, y ambos aprendimos
mucho sobre cómo los mejores intérpretes practican
Por
Penélope Trunk
Traducción:
Sonia Valiente
La
primera ronda de audiciones para el programa Juilliard pre-college es por
video.
De
diciembre a marzo, mi hijo practicó durante tres horas al día para prepararse.
A finales de marzo lo grabamos tocando el "Concierto para violoncello en
La menor" de Saint-Saëns, y enviamos el video a Juilliard.
Los
resultados de la primera ronda llegaron rápidamente. Él logró pasar esta ronda.
El arte de practicar es encontrar un proceso de repetición sin
aburrimiento.
Luego
practicó tres horas al día durante dos meses más. La pieza que tocó dura
aproximadamente cuatro minutos. Probablemente te será difícil imaginar cómo
pasó tres horas al día durante seis meses trabajando en esa pieza. Pero
practicar - para cualquier cosa - es una ciencia.
Cuando
le dijo a su maestra, Amy Barston, que estaba aburrido, le dijo que el
aburrimiento en la práctica proviene de una falta de compromiso. Ella le mostró
cómo reconocer la desconexión. Entonces le enseñó a mirar más de cerca
cada nota y escuchar más profundamente con sus oídos y su corazón.
Aprendió
a practicar cambiando el ritmo de la pieza. Aprendió a tocar una nota a la vez
con un afinador. Aprendió a tocar cada compás con una indicación de metrónomo
diferente, y luego tocó la pieza tan lentamente que tomó 20 minutos en lugar de
sólo cuatro.
Durante
estas desafiantes lecciones donde Amy y mi hijo pasaron una hora sobre sólo
cinco notas, cuanto más trabajábamos en el arte de practicar, más pude notar que
la práctica es un método para hacer algo ambicioso y difícil. Aprendió a crear
un sistema y un proceso en lugar de concentrarse en el objetivo mismo.
Los mejores procesos aceleran el ciclo de frustración y recuperación
En
las primeras 3.000 horas de lecciones de violoncello aprendió a reconocer una
nota equivocada, detenerse y arreglarla. Y ahora tiene que aprender a
recuperarse del fracaso, muy rápidamente, así que si toca una nota equivocada
en la competencia, puede seguir adelante inmediatamente. A pesar de que no sé
si él está tocando un sostenido o un bemol, sé que si está enfurruñado por
cometer un error, no puede enfocarse en no cometer el error.
Resiliencia
es acerca de ser capaz de ponerse en pie por sí mismo, por lo que le enseñan a
no confiar en otras personas para apuntalarlo. “No necesitas un maestro que te
diga lo bueno que eres, es mejor que te lo digas a ti mismo. Ahora”.
Es
un concepto difícil. En días diferentes se le digo a él de otra manera. Y luego
miro con esperanza, porque le digo eso a la gente que entreno todo el tiempo y
sé que es difícil, incluso para los adultos.
El
jueves pasado fue el gran día.
Mi
hijo está en una misión.
Yo
también estoy en una misión. Quiero abrazarlo, chocarle los cinco y decirle que
me inspira con su trabajo duro. Pero no quiero avergonzarlo, así que me limito
a tomar fotografías.
Hasta
que me dice: "Mamá, baja el teléfono, me estás avergonzando."
Romper las cosas en pequeños pasos no
es suficiente. Hazlos más pequeños.
Es
imposible poner toda tu energía en algo realmente difícil si todo está enfocado
en el resultado. Las personas que son las mejores en alcanzar grandes metas
tienen un impulso obsesivo hacia la meta, pero también, son capaces de romper
el proceso de cumplir el objetivo desmenuzándolo en pequeñas piezas para luego
tener el placer de ir completando cada una de las partes.
Cuando
alguien es incapaz de disfrutar de los pequeños pasos, sólo se detienen, porque
el proceso comienza a parecer desesperado si constantemente se centran en el
final. Es bueno tener cierta inclinación hacia el trabajo duro (que puede ser
tan crucial y heredable como el talento), combinado con la capacidad de tomar
con alegría el proceso mismo.
Él
practica frente al acompañante para que puedan ver cómo cada uno tocará su
parte.
Luego
le da la espalda porque así será en la audición. Ella mira su brazo y su cabeza
para las entradas. No tienen que hablar. Ambos saben de qué se trata lo que va
a pasar.
Ha
estado comiendo y durmiendo cuidadosamente durante una semana. Me recuerda cómo
yo solía trabajar para la temporada de voleibol de playa y recuperarme durante
el invierno. Y me recuerda a todos los que han trabajado duro para algo que es
como un disparo: Está nervioso.
Ningún proceso funciona sin un entrenador que entienda profundamente el
objetivo
Amy
también lo ha entrenado para los nervios. Hemos programado cinco competiciones
antes de esta audición para que se acostumbrara a tocar este concierto bajo
presión. La gente se desempeña mejor - en cualquier circunstancia - con un poco
de estrés. Los mejores intérpretes se autorregulan para generar la cantidad
óptima de estrés.
A
sugerencia de Amy, salió a correr a la calle para obtener su ritmo cardíaco y
luego se sentó a tocar su pieza mientras su pulso seguía corriendo. Y el otro
día, cuando regresó a casa de un partido de baloncesto, se limpió las manos por
toda la cara y tocó su pieza con palmas sudorosas.
Ahora
se viste y espera. No puedo leer música y no puedo decir si algo está afinado o
no, pero sé lo que es tener foco, así que hemos practicado la espera. Con la
misma vestimenta. Le hice pasar por nuestra puerta principal, donde no hay nada
que mirar. Y no le dije cuánto tiempo estaría esperando. Y practicaba controlar
sus pensamientos y sus nervios.
Finalmente,
aquí estamos, y él se ve tan crecido para mí.
La
puerta se abre. Él entra en la habitación y toca.
Yo
espero. Los niños de las otras salas de práctica suenan demasiado fuerte para
que yo lo escuche. Así que sólo tengo buenos pensamientos.
Y
se acabó.
No
sabremos los resultados por otras dos semanas. Pero sí sabemos que él trabajó
increíblemente duro y creció en cada paso de la preparación.
Así
que ya ganó, porque ahora que ha hecho esto por el violoncello, puede hacerlo
por cualquier otra cosa en su vida en el futuro.
Artículo original en inglés:
No hay comentarios:
Publicar un comentario